Cambio de siglo y de ciclo
2-4/1900. Galdós pasa varios meses en París en compañía de su amante Concha Morell. Durante este período, se dedica a promocionar las traducciones de sus obras al francés con ayuda de Fernando León y Castillo, embajador del Rey en la capital francesa.
16/03/1900. Émile Zola hace llegar una nota a Galdós agradeciéndole el envío de Misericordia.
28/04/1900. Se publica Montes de Oca, donde Galdós rememora las intrigas conservadoras de María Cristina desde el exilio y el pronunciamiento de 1841 contra el despotismo de Espartero, que plasma la avaricia de los conservadores de 1900 y la irresponsabilidad de sus rivales, los progresistas y republicanos.
07/1900. Galdós lleva algún tiempo desarrollando la idea de una interpretación personal de la figura mitológica, que será la monja Electra. El personaje se basa en Adelaida de Ubao e Icaza, una joven bilbaína menor de edad, de familia muy católica y acaudalada, que decide entrar en un convento sin conocimiento de su madre viuda tras recibir consejo espiritual de un sacerdote jesuita llamado Cermeño. Los tribunales ordinarios rechazaron las pretensiones de la familia, que elevaron el caso al Tribunal Supremo en diciembre de 1900 para que la joven pudiese elegir por sí misma cuando sea mayor de edad, argumentando que el término «tomar estado» recogido en el Código Civil solamente puede interpretarse en relación al matrimonio y no a los votos conventuales. El Tribunal Supremo fallará a favor de la familia en febrero de 1901, pero la joven volverá al convento al cumplir la mayoría de edad.
Expone el proyecto en primer lugar al matrimonio Guerrero-Díaz de Mendoza, pero éstos la rechazan con el pretexto de “falta de tiempo”, aunque la verdadera razón es que temen escandalizar y ofender al público burgués conservador que puebla las audiencias de sus representaciones teatrales. Ante esta negativa, Galdós atiende el requerimiento realizado por Federico Balart, desde la directiva del Teatro Español, llevando la idea al libreto teatral Electra durante su veraneo santanderino de 1900 y entregándola al empresario en octubre.