2012

2012

[Tesis doctoral] La prensa como fuente y subtema de los Episodios nacionales de Benito Pérez Galdós

Resumen

Galdós utiliza a la prensa como una fuente de información; conocimiento y documentación para sus escritos; periodísticos y novelescos; especialmente para los «episodios nacionales» asimismo la prensa es un elemento constante como subtema de estas mismas obras.-

Tipo de documento: Tesis (Doctoral)
Directores (o tutores):
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Altabella Hernández, José
Palabras clave: Pérez Galdós, Episodios Nacionales, Periodismo y Literatura, Prensa
Materias: Humanidades > Filología > Literatura española e hispanoamericana
Ciencias Sociales > Ciencias de la Información > Periodismo
Código ID: 1797
Depositado: 25 Oct 2004
Última Modificación: 30 Oct 2011 08:27

 

Referencia bibliográfica: GARCÍA PINACHO, María del Pilar. (1994): La prensa como fuente y subtema de los Episodios nacionales de Benito Pérez Galdós. Tesis doctoral inédita defendida en la Universidad Complutense de Madrid.

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Fuente original de la información: http://eprints.ucm.es/1797/

[Artículo] «Tormento» (1884), de Benito Pérez Galdós versus «Tormento» (1974) de Pedro Olea, por Marta González

TORMENTO (1884), DE BENITO PÉREZ GALDÓS versus TORMENTO (1974), DE PEDRO OLEA.

 

Se ha cumplido el 128 aniversario de la publicación de Tormento, una de las novelas galdosianas cuyo marco escénico se sitúa en un Madrid más castizo, pero más idéntico a sí mismo y al de la actualidad, sin embargo. La edición más reciente -González Megía y Vela González, 2011- responde al intento de comprender a aquella sociedad y la inmersión en aquel Madrid, “pueblo callejero, vicioso, que tiene la industria de fabricar tiempo” (Tormento, XXV). El nombre de la capital de España aparece en la obra la friolera de 40 veces, y no es mucho comparado con los numerosos topónimos de las calles, plazas y lugares de lo que entonces eran el centro y las afueras. Otro objetivo de la citada edición ha sido el dar a conocer a las nuevas generaciones la importancia de la convivencia en aquel tiempo, tan esencial como en el presente, por las condiciones socioeconómicas decimonónicas, que -¡quién lo diría!- tanto se parecen a las actuales, y sacar alguna conclusión valiosa que se pueda aplicar a los graves problemas de esta posmodernidad que nos toca vivir. Durante su larga vida, la sensibilidad y la tolerancia de Galdós lo convirtieron en un experto en lo que ahora se llama relaciones humanas.

La adaptación cinematográfica que rodó Pedro Olea en 1974, no tan libérrima como las que hizo Buñuel de las obras de Galdós (Tristana y Nazarín), pero sí bastante sujeta a la servidumbre de la producción, me sugiere algunas breves reflexiones sobre las semejanzas y diferencias con la obra literaria, muchas de las cuales constituyen una flagrante anacronía en la topografía madrileña, vestuario de la época, lenguaje, personajes…

La primera imagen de la película parece la iglesia de San Francisco el Grande, San Ginés o el monasterio de la Encarnación, cuya fachada sale siempre que algún personaje va a misa. En la novela, además del recorrido “virtual” que hace Rosalía en el capítulo III, se citan varias iglesias de Madrid: San Marcos en la calle San Leonardo, al lado de la plaza de España (XIII), la Buena Dicha en la calle Silva, que parte de la Gran Vía (XXIV), y el monasterio de las Descalzas reales, fundado en 1557 por la hija de Carlos I e Isabel de Portugal, situado en la plaza de San Martín. En la esquina del Portillo de San Martín empieza el prólogo de Tormento, con el encuentro de dos personajes secundarios, pero de gran importancia, como todos en el autor canario: el escritor (negro) de folletín José Ido del Sagrario y Felipe Centeno, criado-recadero de don Agustín Caballero. Galdós sitúa ahí una de las primeras y excelentes muestras de la intencionada mezcla de géneros (teatro/narrativa) de su carrera literaria. Este monasterio no aparece en la película, sin duda por su situación, encastrado literalmente en la urbe. Es más vistoso el de la Encarnación, en la plaza del mismo nombre, muy cerca del Palacio Real, fundado en 1611 por Felipe III y Margarita de Austria. Los interiores de la iglesia de la película parecen también los de su capilla, o San Millán y san Cayetano, en Embajadores, 15.

Agustín y Amparo pasean por calles con fachadas muy vetustas y deterioradas, cuando después del trabajo en casa de Bringas él la acompaña a su casa, situada en la calle Beatas (cerca de la calle Ancha de San Bernardo), aunque en la película es la calle de San Nicolás, que parte de Mayor en su tramo final. Hay un paseo a pie por el Retiro, con el Palacio de Cristal al fondo, la misma imagen utilizada para que un Caballero decepcionado trace la inicial del nombre de Amparo en la arena del suelo. Finalmente, los dos enamorados pasean en coche por el Campo del Moro, declarado de interés artístico en 1931 y una de las tres zonas ajardinadas del Palacio real.

Olea se salta el delicioso episodio de la mudanza de Bringas a la Costanilla de los Ángeles (la casa de Bringas parece estar situada en la calle de Segovia, aunque es arriesgado asegurarlo) y la afición o más bien maestría, casi un segundo oficio, por lo que ahora se llama bricolaje; tampoco nos brinda la narración de quién es quién y qué relación tiene con el resto, algo característico de Galdós y muy de agradecer, dada la complejidad de obras como Fortunata y Jacinta (1887). En cambio, el cineasta vasco se inventa la bienvenida de los Bringas a su primo, Agustín Caballero, en la locomotora más vetusta del Museo del Ferrocarril de Madrid, en la antigua estación ferroviaria de Delicias, la llegada de Caballero al hotel Continental -inexistente en la actualidad, a no ser un hostal en el 44 de la Gran Vía, cerca de Callao-, con fachada de cartoné (el patio ya es de verdad: me parece el del palacio de Linares, donde Berlanga rodó en 1982 su antológica Patrimonio nacional –la segunda de la trilogía dedicada a la familia Leguineche- antes de su reconversión en la actual Casa de América). También hace una versión algo libre de la convivencia entre los Bringas y el indiano y opulento primo.

El argumento de la novela parece simple y previsible: un funcionario público y su esposa acogen en su casa a una pariente pobre para explotarla. Es hermosa, débil y sumisa, cualidades que merecen un premio, la boda con un buen partido, un primo de Bringas -mayor, serio, adinerado-, a quien ella ama, para una felicidad más completa. Todo parece previsible, pero desde el capítulo VIII el giro es total: el autor amplía el sufrimiento de la heroína y contagia al héroe, por una grave falta con un sacerdote, que no nos cuenta (“lo de marras”) y que cambia totalmente el desarrollo de la novela, hasta llegar a un desenlace inesperado, con grandes dosis de suspense. Hay algunas modificaciones en la película.

Los personajes de la novela conviven en armonía, con grandes contrastes: la compañera ideal de Bringas es Rosalía, que disimula y miente hasta lograr sus objetivos de embellecerse y ascender en la escala social, y sólo un Juan Lanas como Bringas aguantaría a una mujer tan entrometida, clasista e inmoral como ella; el salvaje pero tradicionalista Caballero se enamora de Amparo, al creerla pura, dócil y conformista, pero no sabe que su sumisión es cobardía ni sospecha nada de su desliz, el más grave que una mujer podía cometer entonces; Amparo ve la posibilidad de no morir de inanición en su media naranja, pero no se imagina que Caballero, a quien ella considera un hombre cabal, no haga honor a su nombre y no le perdone un pecado antiguo e inducido; a Amparo se opone su hermana Refugio, un ejemplo de las mujeres pobres y orgullosas de la época, con un papel esencial en La de Bringas, que indica cuánto merecía una novela propia; el padre Nones es el contrapunto de Pedro Polo, ya retratado en El doctor Centeno (1883) como un clérigo inmoral, mujeriego, iracundo e irrespetuoso con el estado eclesiástico, y en Tormento se halla en el fin de la degradación, sin la dosis de hipocresía reinante, pero no es muy diferente de Caballero, quien exige de los demás una integridad que está muy lejos de poseer; Marcelina Polo presume de rigor ético, si bien empañado por su afán de conocer y dominar las vidas ajenas, como Rosalía, pero también es lo contrario de ésta, que se vende en cuerpo y alma por aparentar lo que no es; por último, ya es hora de que Felipe Centeno, de tan azarosa vida en Madrid, tenga un poco de suerte, lo que no le ocurre al otro personaje marginal, Ido del Sagrario, cuyo empleo de negro de folletines le dura tan poco como el de escribiente de Caballero, al marchar éste a Burdeos de repente.

Hasta el capítulo VIII, Amparo es un personaje tan plano como en la película, por un pasado que quiere olvidar y que se le oculta al lector, y se transforma en tormento de Polo, de Caballero y de sí misma: de esta forma, el título de la novela está puesto con toda propiedad. El culpable de este pasado es don Pedro Polo, amargado por su falta de vocación, por su escasa preparación y por su necesaria renuncia al “mundo”, aunque no al amor femenino. El silencio de Galdós es intencionado: quizás su deshonra se deba a las cartas que Marcelina echa al fuego, cuyo contenido no conocemos, si bien el solo hecho de escribir a un hombre la compromete, según la moral de la época. La mentalidad de Amparo no contempla otra salida que la tradicional, pero sale beneficiada, aunque no pueda comprenderlo: es humillante para ella la solución de Agustín (no se casa con ella, la lleva a Burdeos en calidad de mantenida), pero su marcha le evita soportar a Rosalía.

Los personajes novelescos tienen rasgos de las diversas tendencias literarias del momento, romanticismo, folletín y naturalismo, pero predomina el realismo, pues el tratamiento de los caracteres se lleva a cabo mediante la constante oposición: Refugio es tan deshonesta como Amparo y como Rosalía, pero carece de falsedad. ¿Quién es más inmoral: la mosquita muerta Amparo, la hipócrita Rosalía al aparentar una virtud que no tiene, o la mujer pública Refugio? Ésta es la única sincera y la que más cómoda se siente consigo misma. Los personajes están tratados minuciosamente en su faceta externa -indumentaria, fisonomía- e interna, psicológica, desde el temperamento a los móviles últimos, pasando por el análisis de vicios y virtudes, frustraciones e ilusiones, obsesiones y proyectos, temores y ansiedades: Caballero se ofende mucho cuando se entera del pasado de Amparo e indaga en las pruebas de su deshonra con una investigación detectivesca, totalmente realista, para rendir homenaje a la moral burguesa, sin ceder a su voz interior, que lo impulsa a perdonar a Amparo, más bien por voluptuosidad que por honradez o por amor:

“Echo a correr de esta tierra y de esta atmósfera, pero no me marcharé sin ver con estos ojos la manzana podrida y mirar bien aquellos pedazos sanos que otro ha de morder, no yo, desgraciado y miserable”, XXXVIII).

[Artículo] Tistana: Benito Pérez Galdós (1893) / Luis Buñuel (1970), de Marta González Megía

La calidad y categoría de la obra de Galdós junto al talento fílmico de Buñuel no pasan inadvertidos para quienes se interesan por la literatura y por el cine. Este trabajo no pretende demostrar el valor intrínseco de la novela, su evidente modernidad en la fecha de publicación, la importancia de su polémico contenido entonces, o su actualidad hoy día -la situación de la mujer ha cambiado poco en algo más de un siglo-, sino descifrar los elementos narrativos del escritor en que se basa el cineasta para producir su obra, establecer las semejanzas y diferencias, aproximar los mecanismos expresivos y valorar los resultados. Los elementos de la novela son sorprendentes; en la película, no pueden ser más dispares y sin embargo magníficos, lo que ocurre pocas veces con las adaptaciones de obras literarias al cine.

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[Artículo] Peñíscola y su entorno geográfico en «La campaña del Maestrazgo», de Benito Pérez Galdós (1899), de Marta González Megía

Benito Pérez Galdós (1843-1920) escribió los Episodios Nacionales entre 1873 y 1912, durante toda su carrera literaria. Son cuatro series de diez novelas, pues en la quinta serie sólo hay seis, por razones de salud del autor: en total, 46 novelas. En ellas se narra la historia de España desde la Batalla de Trafalgar hasta el período conocido como la Restauración. Cánovas es el último episodio, dedicado al estadista e intelectual Antonio Cánovas del Castillo, presidente del Gobierno en siete ocasiones, hasta 1895, año de su asesinato por un anarquista italiano.

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[Artículo] Paz en la guerra (1897) / Luchana (1899), de Marta González Megía

Al consultar la bibliografía sobre los Episodios Nacionales, leo, estupefacta, en Regalado (300) y en Hinterhäuser (111), que Unamuno llegó a quejarse públicamente de que Galdós le había plagiado Paz en la guerra en Luchana. Después de releer ambas obras, quisiera hacer unas breves consideraciones.

Paz en la guerra (319 páginas) consta de cinco capítulos de parecida longitud, divididos en secuencias, que no guardan relación temática entre sí. Luchana no llega a las doscientas páginas y presentan forma epistolar sus cuatro primeros capítulos, de los cuarenta totales, de unas tres páginas cada uno. No creo necesario destacar la diferencia de lectura entre las dos, a día de hoy: cuesta leer Paz en la guerra.

 

[gview file=»https://dl.dropbox.com/u/12766692/articulos/paz_en_la_guerra.pdf»]

 

Artículo aparecido originalmente en el número 15 de Isidora, revista de estudios galdosianos…

[Libro] Guía del Madrid galdosiano, de Miguel García-Posada

Biblioteca Madrileña de Bolsillo, 21.

Consejería de Educación y Empleo. Secretaría General Técnica

Libro. Madrid, 2005. ISBN: 978-84-451-2806-0

12,5 x 19,5 cm. Il., 124 p.

Estudio sobre el corazón del Madrid galdosiano, visto desde la actualidad y descrito recurriendo a los propios términos que utilizó el novelista en sus obras. La antología de textos se acompaña de comentarios y va vestida con ilustraciones de época y de hoy en día, así como de varias propuestas didácticas y de rutas a recorrer. La información cartográfica permite elaborar una topografía del Madrid galdosiano.

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Fuente original del archivo y los textos: http://www.madrid.org/

 

http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM001795.pdf

[Tesis doctoral] Aspectos espaciales y visuales en las primeras novelas contemporáneas de don Benito Pérez Galdós y su repercusión en la novela española actual, de María Cristina Arroyo Díez

Título: Aspectos espaciales y visuales en las primeras novelas contemporáneas de don Benito Pérez Galdós y su repercusión en la novela española actual

Autor: Arroyo Díez, María Cristina

Editor: Universidad de Valladolid. Facultad de Filosofía y Letras

Director o Tutor: Rodríguez Pequeño, Mercedes, dir.Fecha del Documento: 2011

Resumen: La visualidad tiene una gran importancia en la sociedad actual. Por eso es de gran interés estudiar lo visual en un medio en el que no estamos acostumbrados: como la narrativa. Los elementos visuales se integran en el espacio, que en las novelas de Galdós se pueden dividir en positivos y negativos. Dentro de los primeros destacan los ámbitos exteriores, como las calles de Madrid. Dentro de los negativos se encuentran espacios como la casa, la escuela o la cárcel. El tratamiento visual de los personajes va desde los aspectos más concretos, como es la descripción de los mismos, a los más abstractos, como es la representación de las imágenes que pasan por su mente a modo de recuerdos, sueños y alucinaciones. También destaca la mención de obras de arte, que encubre una crítica social, y la representación del movimiento.

Materia: Novela española-Siglo XIX-XX Pérez Galdós, Benito (1843-1920)-Crítica e interpretación

Departamento: Departamento de Literatura Española y Teoría de la Literatura y Literatura Comparada

Acceso al catálogo: b1626457

Idioma: spa

URI: http://uvadoc.uva.es/handle/10324/882

Derechos: info:eu-repo/semantics/openAccess

Aparece en las colecciones:Tesis doctorales UVa

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Fuente original de la información: http://uvadoc.uva.es/handle/10324/882

[Tesis doctoral] Degeneration Theory in Naturalist Novels of Benito Pérez Galdós, de Michael Wenley Stannard

Title: Degeneration theory in naturalist novels of Benito Pérez Galdós.
Authors: Stannard, Michael Wenley
Keywords: Degeneration
Galdós
Naturalism
Novel
Spain
Theory
Hispanic and Luso-Brazilian Literatures and Linguistics
Issue Date: Apr-2011
Abstract: Degeneration theory was elaborated in the nineteenth century based on the very old belief in human trans-generational decline. After incorporation into social and biological theories in the eighteenth century, it flourished in the fields of medicine and public health in the early nineteenth century and was emphasized, above all, in some fields of psychiatry. Degenerationist beliefs were influential in the professional middle classes of France, England and Spain. The discourse was incorporated by Émile Zola into the aesthetics of his Naturalist novels in the 1870s and 1880s and directly influenced Benito Pérez Galdós in Spain in the 1880s. An analysis of a quartet of Galdós’s Naturalist novels shows evidence of degenerationist thinking, under the influence of Spanish and French medicine.
Description: University of Minnesota Ph.D. dissertation. April 2011. Major: Hispanic and Luso-Brazilian Literatures and Linguistics. Advisor: Ofelia Ferrán. 1 computer file (PDF); iv, 388 pages.
Permanent URL: http://purl.umn.edu/104788
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Fuente original de la información: http://conservancy.umn.edu/bitstream/104788/1/Stannard_umn_0130E_11842.pdf