El suelo más bonito del mundo

    Por lo general las catedrales nos hacen mirar hacia arriba para maravillarnos ante la altura de sus bóvedas, pero en esta el suelo atrae todas las miradas. Quizá sea el más espectacular del mundo.

    Lo más llamativo es que las bóvedas de la Catedral de Siena, en la Toscana, son todo un regalo al alzar la vista. El templo cuenta con grandes tesoros de incalculable valor histórico-artístico.

    Como la Biblioteca Piccolomini, con frescos de Pinturicchio, al que ayudaron Américo Aspertini y el joven Rafael Sanzio.

    O su baptisterio.

    O la fallida ampliación, malograda por la Peste Negra de 1348 (fíjate cómo han aprovechado la nave inacabada para levantar paredes de ladrillo y alojar varios pisos de estancias administrativas del cabildo).

    Y, sin embargo, todo ello queda ensombrecido por su magnífico pavimento.

    No es la única catedral con un pavimento espectacular. Por ejemplo, el suelo de la Catedral de Malta está pavimentado con las lápidas, ricamente decoradas con tallas en el mármol de varios colores, de los caballeros de la orden que gobernó la ciudad durante siglos.

    Los suelos de la Catedral de Amiens también destacan por su impactante diseño geométrico, aunque son “modernos” (del siglo XIX).

    También cabe mencionar el pavimento de la Iglesia del Arcángel San Miguel en Anacapri, Capri.

    Pero el pavimento de Siena los deja atrás a todos: es la mayor y más valiosa “alfombra” de mármol del mundo, un proyecto decorativo que duró seis siglos, del XIV al XIX.

    Como ya dijo Giorgio Vasari:

    El suelo está íntimamente ligado a la historia de la ciudad y su arte: por eso, a lo largo de los siglos, los sieneses no han escatimado recursos, primero para su creación y luego para su conservación.

    Es una obra de arte única en el mundo.

    Más de uno estará pensando: “pues cuando yo fui estaba mucho más oscuro que en las fotos y no pude ver tantos paneles”. Es que cuando tú y yo vamos, la mitad de las luces están apagadas.

    Además, normalmente dos tercios del pavimento están cubiertos con telas especiales para protegerlo de las inclemencias del tiempo y de las pisadas de los visitantes.

    Se descubre cada año el 18 de agosto, después del Palio dell’Assunta, hasta finales de octubre, la mejor época para ir a verlo.

    Pero no te preocupes si no lo pudiste ver completo, si Siena te pilla muy lejos o si no vas a viajar a la ciudad en septiembre-octubre: aquí encontrarás fotografías bien iluminadas de todos los paneles que componen el pavimento, cortesía de la oficina de turismo de Siena.

    El pavimento consta de 56 paneles de diferentes tamaños y formas. La mayoría tienen forma rectangular, aunque los del crucero tienen forma hexagonal o romboidal.

    Representan las sibilas, escenas del Antiguo Testamento, alegorías y virtudes. La mayoría de los paneles se conservan en su estado original.

    A simple vista, parecen mosaicos, pero lo cierto es que la técnica usada es el “opus sectile”: una antigua técnica artística que emplea el mármol cortado (o, en algunos casos, pasta de vidrio) para crear incrustaciones en suelos y paredes.

    La diferencia principal es que en un mosaico se usan teselas diminutas más o menos del mismo tamaño (izquierda), mientras que en el opus sectile se usan piezas grandes, cortadas a medida, para conformar el patrón representado (derecha).

    Esta técnica de incrustación de mármol evolucionó a lo largo de los años, dando lugar finalmente a un vigoroso contraste de claros y oscuros, lo que le confiere una composición casi moderna e impresionista.

    Para guiarnos por los diferentes paneles podemos usar este mapa creado por Giovanni Paciarelli en 1884.

    Los 10 tramos de las naves laterales están ocupados por representaciones de las sibilas, vírgenes con virtudes proféticas inspiradas por un dios, generalmente Apolo. Son símbolos de la revelación de Cristo a la humanidad.

    Las 10 sibilas son las de la lista de Varrón: la Sibila de Samos, Sibila eritrea, Sibila del Helesponto, Sibila frigia, Sibila cimeria, Sibila délfica, Sibila de Cumas, Sibila libia, Sibila tiburtina, y la Sibila babilónica o pérsica.

    En la nave central, el primer panel está dedicado a Hermes Trismegisto, un sabio egipcio al que se recuerda como depositario de toda la sabiduría antigua, simbolizando así el inicio del conocimiento terrenal.

    El siguiente panel está dedicado a las ciudades aliadas de Siena, representadas por un animal: Arezzo, Florencia, Lucca, Pisa, Vitebo, Peugia, Roma y Orvieto. Puedes ver qué animal representa a cada ciudad (incluyendo Siena) ampliando la fotografía.

    En el centro del siguiente panel se encuentra el águila bicéfala, emblema del Sacro Imperio Romano Germánico, que recuerda la lealtad gibelina de la ciudad, la continuidad de Siena con el mundo romano y la importancia del poder civil supremo en la Edad Media.

    En otro panel vemos una alegoría de la colina de la sabiduría. La Fortuna está representada como una mujer desnuda con un pie sobre una esfera (símbolo de inconstancia), que sostiene una cornucopia y una vela hinchada por el viento, símbolo de la buena fortuna.

    El último panel de la nave central representa un motivo muy popular en la Edad Media: la rueda de la fortuna.

    La rueda representa los acontecimientos humanos, y está representada como un círculo sostenido por ocho columnas concéntricas en cuya cúspide hay un rey sentado en un trono, con tres figuras abrazando la rueda en los extremos inferior, derecho e izquierdo.

    En el transepto están los paneles más grandes y más espectaculares. En el lado derecho está la Expulsión de Herodes (Antipas) (hijo de Herodes el Grande) de Jerusalén, conforme a lo descrito por el historiador Flavio Josefo.

    Probablemente es una referencia a los acontecimientos de 1482, con la expulsión del tirano Pandolfo Petrucci de Siena.

    El siguiente gran panel del lado izquierdo del transepto es la Matanza de los Inocentes. El rey Herodes está sentado en un espléndido trono renacentista de mármol tallado, ordenando a sus soldados que perpertren la masacre.

    En el siguiente, Judith mata al jefe de los sitiadores asirios, Holofernes, tras emborracharlo en su campamento para salvar su ciudad. Se la muestra con su sierva regresando a la ciudad con la cabeza del tirano en una cesta.

    El primer panel de transepto derecho es el del emperador Segismundo y sus ministros. En 1431 el emperador visitó Siena y los ciudadanos esperaban que tomara parte en la guerra contra Florencia: su figura está entre escenas de guerra, como guardián de un conflicto inminente.

    Otro panel está dedicado a la muerte de Absalón, el hijo rebelde del rey David, que, al huir, se enreda en un árbol donde es atrapado y asesinado por los soldados de su padre.

    El siguiente gran panel está dedicado al sacrificio de la hija de Jefté, caudillo que promete la vida de su única hija a Jehová si le ayuda a ganar la batalla contra los amonitas. Al contrario que el sacrificio del hijo de Abraham, el de Jefté sí es consumado.

    Otro panel muestra las edades del hombre: infancia, niñez, adolescencia, juventud, virilidad y vejez; en el rombo del centro, la decrepitud, representadas por una figura masculina completa y un motivo floral, excepto la decrepitud, que camina con muletas hacia una tumba abierta.

    Llegamos al hexágono central, compuesto por 7 paneles principales que narran la historia bíblica del profeta Elías.

    El primero muestra el pacto entre Elías y el rey Acab. Van a sacrificar dos bueyes, los sacerdotes uno al dios Baal y Elías otro a Jehová, frente al rey Acab para que vea frente a su pueblo cuál es el verdadero dios y cuál es ficticio.

    La historia sigue en el siguiente hexágono: el sacrificio a Baal es imposible porque el fuego no se enciende. Los sacerdotes gesticulan alrededor del altar, incapaces de hacer el sacrificio, e incluso se hieren a sí mismos para conmover a su divinidad.

    En el siguiente hexágono, el sacrificio de Elías tiene un resultado muy diferente, con las llamas divinas que encienden la pira lloviendo desde el cielo, a pesar de que estaba húmeda y era de madera verde. El acontecimiento milagroso asombra a todos los presentes.

    En la siguiente escena, Elías ordena al pueblo que masacre a los sacerdotes de Baal. La matanza tiene lugar en primer plano mientras en segundo plano Elías muestra al rey Acab cómo Dios aprecia el fin de la idolatría, que envía una nube de lluvia que pone fin a la sequía.

    En el siguiente hexágono, Elías predice la muerte de Acab: la escena muestra al rey postrado a los pies del profeta. Quizás sea la escena más más emotiva, con los colores blanco, amarillo y azul, sobre los que hay sombreados en surcos tallados mediante la inserción de brea.

    El siguiente hexágono muestra el cumplimiento de la profecía: Ajab, que ha intentado camuflarse entre sus soldados, es alcanzado entre los eslabones de su armadura por una flecha lanzada al azar.

    La última escena es de Elías es su rapto al cielo en un carro de fuego, que se eleva en las llamas entre la furia de los caballos tirados por ángeles. El profeta extiende los brazos, entre sorprendido y ansioso por conocer la esencia divina.

    Los paneles restantes son la historia de Moisés en el Monte Sinaí.

    La victoria de Josué frente a los amorreos.

    Las historias del Rey David.

    Y la historia de Sansón.

    Por último, los paneles del presbiterio y el coro están dedicados a las virtudes cardinales: fortaleza, justicia, prudencia y templanza.

    Además de ser una ostentación de la riqueza y el poderío de Siena, el pavimento de su catedral rinde homenaje a las raíces de la liturgia cristiana. Es una obra de arte que no fue concebida para ser cubierta por bancos para mayor comodidad de los fieles.

    Muchas gracias por leer hasta aquí. Si te ha gustado y has aprendido algo nuevo, retuitea el primer tuit del hilo para darle más difusión. Y sígueme si quieres para más batallitas sobre los temas más diversos. Feliz día y…

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    En el próximo hilo veremos a uno de los padres de las infografías modernas y de la divulgación científica.

    Bibliografía

    La mayoría de las imágenes proceden de la página web de la oficina de turismo de Siena y el resto son de la wikipedia.


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