Hitler y la pintura Biedermeier

    El 1989 se produjo un milagro en un palacio berlinés: un hombre postrado en una silla de ruedas se levantó y salió corriendo con 2 cuadros sin dejar rastro.

    👇👇 Uno de ellos era la obra más querida de los alemanes (y de Hitler), con un pasado más que interesante.

    Berlín, 3 de septiembre de 1989. La ciudad aún está dividida por el Muro, al que le quedan poco más de 2 meses para caer.

    Un hombre de apariencia inofensiva entra en el Palacio de Charlottenburg en silla de ruedas. La empuja otro sujeto que parece ser su cuidador.

    Cuando llegan a la sala donde se exponen las obras del período romántico, los dos hombres noquean al guardia de seguridad, cortan los cables de dos de los cuadros expuestos y desaparecen con ellos sin dejar rastro.

    Bueno, para serte sincero, no se fueron exactamente sin dejar rastro. En la sala del museo se quedó la silla de ruedas con la que entraron.

    En uno de los laterales, habían escrito una burla destinada a la policía: “Null problemo” (cero problemas).

    Bueno, en realidad esta silla de ruedas es una réplica exacta de la que dejaron los ladrones en 1989, realizada por la artista mexicana Mariana Castillo Deball.

    ▶️

    https://castillodeball.org/project/parergon/

    Las obras robadas eran dos cuadros de pequeño formato del pintor romántico alemán Carl Spitzweg: “La carta de amor” y “El poeta pobre”.

    No era la primera que “El poeta pobre” de Spitzberg era sustraído de un museo berlinés.

    En 1976, el artista conceptual alemán Ulay entró en la flamante Nueva Galería Nacional de Mies van der Rohe, descolgó el mismo cuadro y salió corriendo.

    Aquí lo tienes a la carrera con el personal de seguridad del museo pisándole los talones.

    Como el robo formaba parte de una acción reivindicativa, lo grabó todo en vídeo 📹.

    Tras deshacerse de sus perseguidores, Ulay se subió a su coche y puso rumbo al barrio de Kreuzberg.

    Allí colgó el cuadro en el piso de una familia de inmigrantes turcos, para denunciar las condiciones en las que vivían en el enorme gueto que era esta zona hace 50 años.

    El cuadro fue devuelto al día siguiente y Ulay solo tuvo que pagar una multa.

    El artista eligió muy bien la obra para su protesta reivindicativa: este cuadro es el favorito de los alemanes y su autor, Carl Spitzweg, era el pintor predilecto de Hitler.

    Este pintor se encuadra dentro del estilo Biedermeier, un género artístico casi exclusivamente centroeuropeo con muy poco arraigo en la conciencia artística popular de la hispanoesfera.

    Tras el caos de la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas, las clases acomodadas en Europa buscaban garantías de orden y estabilidad.

    Esto quedó reflejado en el arte con escenas cotidianas, sin pretensiones, a menudo sentimentales y sin referencias políticas o sociales.

    Sus principales características son rasgos el sentimentalismo, la representación de escenas íntimas y una bondadosa y humorística sátira del mundo pequeño-burgués.

    Es casi imposible contemplar los cuadros del género Biedermeier sin al menos esbozar una sonrisa.

    Como esta escena: La carta de amor interceptada.

    El estudiante que ocupa la buhardilla desliza una carta a la joven del piso inferior con tan mala fortuna que su aya/madre/criada es la que recibe la misiva.

    O esta otra. A primera vista, un viejo alquimista contempla con interés un aparato de destilación en un oscuro desván.

    El tipo de equipo de destilación y su nariz roja indican que quizá no está buscando la piedra filosofal, sino fabricando licor ilegal.

    Estos dos cuadros capturan las atmósferas íntimas de dos hombres y su afición compartida: el cultivo de cactus.

    Al contrario que los protagonistas del cuadro anterior, este joven no parece mostrar interés alguno por las plantas de su balcón.

    Parece mucho más interesado en la joven que cose junto a la ventana.

    ¿Para cuál de estas 12 damas será la carta (de amor) que trae el cartero?

    Abre la imagen para ver si consigues encontrar a las 12 mujeres.

    En este, un gnomo contempla el tren que pasa no lejos de su guarida.

    Una gran representación del choque entre la tecnología y la tradición.

    La Llegada de la diligencia (1859) ilustra el magistral sentido de la composición de Spitzweg.

    A la derecha, dos damas aristocráticas bien vestidas centran su atención en un jinete que anuncia la llegada de la diligencia haciendo sonar un a trompetilla.

    A la izquierda, unas sirvientas -vestidas con ropas sencillas y sin adornos- recogen agua de una fuente. Cerca de ellas hay un funcionario con un resplandeciente uniforme azul.

    El cuadro desprende una sensación de armonía social.

    Pero ninguno de los cuadros de Spitzweg es tan famoso como “El poeta pobre” (del que existen 3 versiones, hasta Playmobil ha hecho su propia interpretación).

    Y es que unos versos pueden causar más impresión que un discurso de 1 hora. Pero la vida del poeta no es nada fácil.

    El cuadro representa a un poeta pobre en una mísera buhardilla.

    El bardo indigente usa viejos borradores de sus poemas para quemarlos en su estufa y calentarse.

    Un paraguas andrajoso le sirve para protegerse de la lluvia que gotea a través de un techo con goteras.

    Se tumba en un colchón, ya que carece de una cama adecuada.

    A su izquierda hay libros de versos que consulta para inspirarse.

    En Alemania hay cierto debate sobre si está usando los dedos para contar versos o si está aplastando una pulga que acaba de encontrar

    Quizá esté contemplando con sorpresa y orgullo el resultado de sus prospecciones intranasales.

    El cuadro se ha interpretado como una burla que plasma el malestar general de mediados del siglo XIX con los extremos de la idealización romántica.

    Por un lado, se burla de su tema, un “cliché del artista como un genio de otro mundo que debe sufrir por su arte”.

    Otros ven a un poeta que soporta las dificultades de la realidad en aras de la libertad y los ideales es el icono que representa la identidad del pueblo alemán.

    Quizá por ello el cuadro sigue siendo tan popular entre los alemanes.

    Entre ellos un austríaco autoproclamado alemán llamado Adolf Hitler.

    El joven Hitler admiraba profundamente a Carl Spitzweg y “El poeta pobre” era uno de sus cuadros favoritos.

    En cierto modo, para él Spitzweg era un espejo donde quería mirarse: un pintor autodidacta (farmacéutico de formación que empezó a pintar mientras se recuperaba de una enfermedad) que, sin tener formación académica alguna, se convirtió en el artista más famoso de su época.

    La pintura Biedermeier en general y la obra de Spitzweg en particular ejercieron gran influencia en los cuadros que pintaba Hitler.

    Quizá “El poeta pobre” le hacía recordar su época de artista bohemio, cuando malvivía vendiendo sus pinturas por las calles de Múnich y Viena.

    Uno de los proyectos frustrados del nazismo fue un museo dedicado al arte alemán en Linz, la capital de la región donde nació Hitler: el Führermuseum.

    Seguramente hubiera albergado un ala dedicada a la pintura Biedermeier y 1 o varias salas a Spitzweg.

    Una cosa es segura: a día de hoy, los 2 cuadros de Spitzweg robados aquel día de 1989 no han vuelto a aparecer.

    Su gran popularidad impide su venta, seguramente fue un robo por encargo. Quizá tengamos que esperar a que su actual “propietario” muera para volver a verlos.

    En este hilo has aprendido:

    ▶️ Cuál es cuadro favorito de los alemanes y su historia

    ▶️ Las características de la pintura Biedermeier y algunos ejemplos prácticos

    ▶️ Por qué este cuadro le gustaba tanto a Hitler y por qué el Biedermeier influenció tanto al dictador austríaco

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    …también puedes echar un vistazo a los hilos que llevo publicados hasta el momento para ver si alguno te llama la atención.

    Bibliografía/para saber más

    http://kunstlich.blogspot.com/2016/07/herrlich-subversiver-kunstraub-berlin.html
    https://taz.de/Null-Problemo/!1799758/
    https://www.schirn.de/magazin/kontext/ulay/ulay_carl_spitzweg_neue_nationalgalerie_berlin_kriminelle_beruehrung_kunst/

    https://m.focus.de/kultur/medien/verkannter-idylliker-kunst_id_2016753.html

    El Museo Grohmann en Milwaukee tiene una amplia colección de arte alemán, sobre todo dedicado al trabajo, con varias obras de Spitzberg y Biedermeier. Aquí puedes hacer un tour virtual de algunas obras:

    https://artsandculture.google.com/story/qQWRhBIqFFx1KQ

    Publicado originalmente en:

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