Una mujer de mala vida al margen de la sociedad. Un objeto de placer para usar y tirar.
Pero, mira por dónde, era un ser humano. Y tenía corazón…
Vamos a ver los secretos de esta obra maestra
👀 Fíjate en cómo el brazo desmayado del cadáver rompe la horizontalidad de la composición
Como el del viejo médico forense y la bella joven que yace sobre la fría mesa de autopsias.
La joven sería una prostituta (¿acaso con un atisbo de embarazo?) a la que le están haciendo la autopsia.
Dicho de otra forma: descubre asombrado que incluso en los desheredados más marginados puede encontrarse un buen corazón 💝
El autor del cuadro es el pintor valenciano (pero de padres malagueños) Enrique Simonet Lombardo, que lo terminó a los 24 años mientras estudiaba con una beca en Roma.
De sus apuntes en una morgue romana procede la impresionante plasmación de la carne mortecina que podemos admirar en el cuadro.
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