Una bóveda que parece flotar como por arte de magia

    Una catedral inglesa alberga una bóveda que parece mantenerse en pie milagrosamente, como si estuviera soportada por fuerzas invisibles. Todo un regalo para la vista y una obra maestra del arte y la ingeniería medieval.

    ¿Cómo fue posible su construcción y por qué se mantiene en pie?


    ¡Ah, los ingleses y sus excentricidades! El balconing, los pasteles de riñones, su cerveza calentuza con sabor al agua de la bañera donde has lavado los calcetines sucios (y a precio de sangre de unicornio)… y su manía de levantar torres en el crucero de sus catedrales góticas.

    (En arquitectura, el crucero es sitio donde se cruzan la nave central y la transversal de una iglesia con planta de cruz griega o latina).

    Las torres en el crucero son una característica destacada de la arquitectura normanda. Cuando los normandos conquistaron Inglaterra en el año 1066, llevaron sus técnicas constructivas a la isla, que evolucionaron con la llegada del gótico más de 100 años más tarde.

    Así, muchas catedrales inglesas tienen torres de gran altura en el crucero. Como la de Canterbury.

    📷 Por fuera/por dentro

    O la de Durham.

    O la de Lincoln.

    ¿Pero qué tiene de malo levantar torres en el crucero? Son todo ventajas: estiliza las líneas exteriores del edificio y proporciona un montón de luz al interior de un templo. Incluso puedes meterle dentro las campanas, como en la catedral de Salisbury.

    Bueno, lo cierto es que estas torres tenían la mala costumbre de derrumbarse con facilidad: como os podréis imaginar, levantar un enorme cubo de piedra de miles de toneladas sobre cuatro pilares supone un gran reto a nivel estructural.

    Como el crucero está abierto por los cuatro lados (no hay muros), todo el peso de la torre recae en estos pilares, especialmente en la parte exterior de éstos. Una estructura estable requería una enorme habilidad (y fortuna) por parte de los constructores.

    Para sostener el peso, era necesario levantar unas columnas monumentales.

    📷 Fíjate en el grosor de los pilares del crucero (en el centro de la imagen) en comparación con los demás en este plano de la Catedral de Lincoln.

    Con la tecnología disponible en la Edad Media, por muy gordos que fueran, era muy fácil que las cargas verticales no se distribuyeran de forma uniforme entre los 4 pilares que sostenían la torre, por lo que uno o dos pilares solían ser sometidos a más carga de la debida.

    Por lo general, el resultado era un derrumbe, que además se llevaba por delante otras partes del templo. Muy pocas de las torres que han llegado hasta nosotros son las originales (o su altura se ha reducido considerablemente).

    En la Catedral de Wells, los enormes pilares que sostenían el peso de la torre del crucero (50 metros de altura) empezaron a combarse hacia el interior cuando le añadieron 2 pisos, así que tuvieron que apuntalarse permanentemente con estos peculiares arcos de tijera.

    En la Catedral de Ely, no tuvieron tanta suerte. En la noche del 12 al 13 de febrero de 1322, la torre normanda del crucero se vino abajo, llevándose una parte considerable de las bóvedas adjuntas.

    📷 Antes del derrumbe debía tener un aspecto similar a este.

    En estos casos, generalmente se reconstruía lo destruido, pero en Ely el maestro de obras determinó que el suelo sobre el que se levantaban los 4 pilares del crucero no tenía la estabilidad suficiente para soportar una torre de piedra. Así que decidió eliminarlos.

    Rediseñó totalmente el crucero, convirtiendo el espacio cuadrado que había que cubrir en uno octogonal. Y se encontró con el mismo problema que tuvieron los constructores de la Catedral de Florencia 100 años después.

    No existía la tecnología para cubrir un espacio tan grande con una cúpula/bóveda/torre con una solución, digamos, “duradera” de piedra o ladrillo.

    La solución adoptada creó una auténtica maravilla de la ingeniería medieval, sin precedentes en la arquitectura inglesa, y única en el mundo.

    Para levantar una bóveda de piedra, se instalaba una estructura de madera sobre la que se colocaban el mortero y las piedras de la bóveda. Pasadas varias semanas, se retiraba el enorme andamio de madera y la bóveda se quedaba en su lugar.

    Pero, ¿y si en lugar de construir un andamio de madera para sostener una bóveda mientras se seca el mortero, dejamos el andamio como bóveda permanente para cubrir el crucero?

    Esa fue la solución adoptada en la Catedral de Ely. En primer lugar, se reforzaron los 8 pilares sobre los que debería descansar la nueva cubierta y se construyó un tambor octogonal de piedra.

    Sobre sus ocho arcos interiores se construyó una enorme bóveda de abanico (típica del gótico inglés) pero no de piedra, sino de madera. Pero ninguna catedral inglesa estaba completa sin su torre/linterna en el crucero.

    Así que, la bóveda de abanico se interrumpe en el centro para alojar una torre/linterna, que a primera vista parece asentarse precariamente sobre el, pero que en realidad está sostenida por una estructura de madera muy compleja sobre la bóveda.

    También tiene forma octogonal pero con los ángulos desplazados respecto a los de las bóvedas de abanico, elevándose sobre el tejado de la iglesia como una corona.

    En su interior hay paneles con imágenes pintadas de ángeles que tocan diferentes instrumentos musicales.

    La luz del sol que entra por las ventanas revela sus vibrantes colores y el intrincado trabajo artístico necesario para crearlos.

    Los paneles pueden abrirse y acceder desde el techo del octógono, lo que permite a los miembros del coro cantar desde las alturas.

    Y es que la singular torre-linterna octogonal tiene 23 metros de ancho y 52 de alto.

    El octógono, con su vasto espacio interior abierto y su linterna superior, constituye el elemento más distintivo y célebre de la catedral, y del gótico inglés.

    ¿Pero cómo resolvieron los constructores medievales los problemas que suponía el deterioro de la madera expuesta a los elementos (y su inflamabilidad, si le caía un rayo)?

    A simple vista, en cualquier catedral medieval hay poca y ninguna madera (exceptuando bancos y retablos, que son añadidos más modernos). ¡Sus constructores temían tanto los incendios!

    Para resolver este problema, el octógono de madera está recubierto de plomo.

    Los expertos calculan que toda la estructura “solo” pesa unas 400 toneladas (200 de madera y 200 de plomo), en comparación con las varias miles de cualquier torre de piedra.

    📷 Interior de la estructura del octógono.

    Fue una solución creativa, pragmática y audaz que contra todo pronóstico ha resistido bien el paso de los siglos y a día de hoy sigue maravillando a los visitantes de esta catedral inglesa.

    El octógono de Ely nos recuerda cómo la gloria puede surgir de la ruina y la esperanza superar la desesperación. El ingenio humano es capaz de sacar partido a las condiciones más desfavorables.

    Por cierto, en España tenemos una catedral de estilo normando (la de Cuenca) y tiene su correspondiente torre en el crucero (que alberga las campanas de la catedral).

    Pero muchos otros templos tienen torres-linterna en el crucero sin ser de estilo normando. Quizá las más conocidas sean las de las catedrales de Burgos y Valencia. La de Burgos no es la original, sustituye a la que se derrumbó en 1539.

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    Bibliografía

    https://www.elycathedral.org/
    Hewett, Cecil. English Cathedral Carpentry. Londres. Wayland, 1974. Descarga:

    https://archive.org/details/english-cathedral-carpentry


    Publicado originalmente en:

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