Un patrón en apuros: la huelga

    ¿Habías visto este cuadro antes? Seguramente no, y sin embargo es la primera gran obra que muestra a los trabajadores presentando sus exigencias con seguridad.

    Vamos a ver sus secretos, que nos ayudarán a entender por qué y desde cuándo celebramos el 1 de mayo…

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    El cuadro muestra el enfrentamiento entre un empresario y una muchedumbre enfurecida trabajadores en huelga.
     
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    El dueño de la fábrica viste sombrero de copa y frac, permaneciendo tiesto en la escalinata de su villa patronal mientras escucha con gesto serio las exigencias del líder de los obreros.
     

    Su ayudante observa la acalorada discusión, pálido de miedo y retorciéndose las manos.

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    Y no es para menos: a la muchedumbre enfurecida cada vez se unen más trabajadores.
     

    La tensa situación puede volverse violenta en cualquier momento, y un empleado ya se está agachando para armarse con piedras.

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    El artista retrata sutil pero magistralmente lo que sucede en cualquier huelga desde que empezaron a organizarse: unos trabajadores apoyan sin reservas al líder obrero, otros parecen dudar de la utilidad de tales medidas extremas para conseguir sus fines.
     
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    Al fondo se observan las humeantes chimeneas de las fábricas y las instalaciones portuarias de la región.
     
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    La presencia de las mujeres sigue siendo marginal, pero en la esquina del edificio de ladrillos, una mujer harapienta (probablemente la mujer de un obrero) observa el tumulto con sus 2 hijos.
     
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    En el centro de la escena, una mujer robusta con un vestido negro de aspecto mucho más burgués parece recriminar su actitud a uno de los obreros en huelga.
     
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    El cuadro se titula Der Streik (La huelga) y fue pintado por el artista alemán Robert Koehler en Múnich.
     

    Tras acabarlo, lo mostró en la exposición de primavera de la Academia Nacional de Diseño de Nueva York en abril de 1886, donde causó sensación.

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    Y es que el pintor tuvo el don de la oportunidad con esta exposición: el movimiento obrero por la jornada de 8 horas convocó una oleada nacional de huelgas en EE. UU. durante la primavera de 1886, poco después de que el cuadro se expusiera al público.
     
    ImageEstas protestas culminaron el 1 de mayo de 1886 en una huelga masiva en la que participaron unos 350 000 trabajadores de más de 11 000 empresas, exigiendo una reducción inmediata de su jornada laboral.
     
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    La huelga fue reprimida sangrientamente 3 días después en Chicago, el 4 de mayo de 1886.
     

    En la masacre de Haymarket murieron 7 policías y un número indeterminado de obreros (en esa época, las autoridades no contaban los obreros muertos).

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    Miles de trabajadores más fueron despedidos, detenidos, procesados, heridos de bala o torturados, pero a finales de mayo de 1886 varias patronales tuvieron que otorgar la jornada de 8 horas a varios centenares de miles de obreros.
     

    En España, habría que esperar hasta 1919.

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    En reconocimiento a su lucha y sacrificio, en 1889 la Segunda Internacional declaró el 1 de mayo como Día Internacional de los Trabajadores.

    Curiosamente, en el país donde se originó todo, Estados Unidos, el Labour Day se celebra el primer lunes de septiembre.

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    Volviendo al cuadro que nos ocupa: debido a la crisis política y laboral del momento tanto en Nueva York como en el resto del país, los críticos de arte estadounidenses consideraron que La huelga de Koehler fue la aportación más importante a la exposición neoyorkina.
     
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    Hoy está olvidada, pero a finales del siglo XIX se convirtió en un icono del movimiento obrero a través de múltiples reproducciones, como este grabado.
     

    Y es que en ella, los trabajadores no aparecen suplicando a sus patronos, sino que presentan con seguridad sus exigencias.

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    Si quieres ver este hito del arte en vivo, tendrás que acercarte al Museo de Historia de Alemania en Berlín.
     

    Su fachada es de color rosita para simbolizar la tranquila y sobre todo pacífica historia de los alemanes.

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    La huelga es un cuadro pionero en la representación del movimiento obrero pero no es el primero en tratar el tema. Aquí tienes algunas obras tempranas sobre el tema anteriores a esta obra que seguramente no habías visto.

    La forja del eje, John Ferguson Weir, 1874-1877
    Cíclopes modernos, Adolph von Menzel, 1872-1875.

    Como esta: Obreros ante el magistrado

    Johann Peter Hasenclever, aprox. 1848

    Museo Municipal, Schloss Burg an der Wupper, Solingen, Alemania

    Verás la gran diferencia entre la representación de la actitud de los trabajadores.

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    O esta: La lucha en una barricada de la calle Soufflot en París en 1848

    Émil Jean Horace Vernet, aprox. 1848–50

    Museo de Historia de Alemania, Berlín.

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    O esta otra: El saqueo de una panadería en el mercado del heno en Breslavia
     

    Philipp Hoyoll, aprox. 1846

    Ostdeutsche Galerie, Ratisbona, Alemania

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    Otro ejemplo: La Huelga de los mineros

    Alfred Philippe Roll, aprox. 1880.

    Destruido en la Segunda Guerra Mundial en el Museo de Bellas Artes de Valenciennes, Francia.

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    O este otro: Obreros en huelga ante su patrón

    Thomas Kittelsen, 1879.

    Galería Nacional de Oslo, Noruega

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